Las energías renovables ofrecen una solución a la generación de energía eléctrica distribuida de forma limpia y sustentable. A su vez contribuyen a evitar emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, ayudando a preservar el medioambiente.

Nuestro país cuenta con buenos niveles de irradiación solar y velocidad de viento, lo que hace posible la aplicación eficiente de tecnologías que utilicen dichos recursos naturales.

Cada 1000 KWh generados de forma renovable se evita la emisión de 15Kg de CO2 al ambiente. Este gas es unos de los principales contribuyentes al efecto invernadero. En promedio un tambo consume 34.821 kWh anuales lo que equivale a una emisión de 5.223 Kg de CO2.

Las alternativas tecnológicas para incorporar energías renovables en el tambo, son:
 1º Energía solar fotovoltaica para autoconsumo de electricidad y venta de excedentes a la red de UTE, presentando períodos de repago de entre 6 a 8 años. Dado el volumen de la inversión requerida (ej.: aproximadamente USD 2/Wp instalación e impuestos incluidos, estos precios dependen del proveedor). Este tipo de instalaciones ameritarían la presentación de un proyecto de inversión para aquellos establecimientos que tributen IRAE, en cuyo caso el repago de la inversión se reduciría considerablemente. (dependiendo de la tarifa de UTE aplicada).
2º Energía eólica para autoconsumo de electricidad y venta de excedentes a la red de UTE, no parece tan atractiva para su aplicación en tambos, tanto por las complejidades del mantenimiento que pueden traer aparejadas, como por la baja rentabilidad de este tipo de inversiones. En principio sólo se justificarían en proyectos que puedan aplicar a los beneficios fiscales (tributación de IRAE), en cuyo caso presentarían períodos de repago del orden de 9 a 14 años.
3º Biodigestores generación de enegía eléctrica a través de la descomposición anaeróbica del biogas, un gas combustible que se genera en medios naturales o en dispositivos específicos, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica.Este tipo de inversiones son más recomendables para los tambos estabulados. En el caso de tambos con sistemas pastoriles, los repagos son bastante mas largos.
4º Energía solar térmica para calentamiento de agua, presentando períodos de repago del orden de 4 años, aún sin considerar incentivos de UTE (Plan Solar), o beneficios fiscales. Un equipo compacto (aprox. 2 m2 y 150 l de acumulación), que cumple con las normas del plan solar, presenta un costo de inversión de aproximadamente USD 2500 (instalación, tramitación e impuestos incluidos). Haga clic aquí para conocer más sobre las opciones para el calentamiento de agua

Los paneles fotovoltaicos están formados por un conjunto de células fotovoltaicas, construidas en base a silicio, que producen electricidad a partir de la luz que incide sobre ellos, mediante el efecto fotoeléctrico.

Estos paneles aprovechan la energía que proviene del sol para generar energía eléctrica. Por lo tanto, es importante estudiar el nivel de energía solar que incide sobre nuestro país con el fin de determinar la viabilidad técnico-económica de esta tecnología. Desde el año 2009 se encuentra disponible el Mapa solar del Uruguay, que aporta los valores de irradiación diaria por metro cuadrado (medido en kWh/ m2).

El promedio anual indica que diariamente inciden 4,5 KWh/m2 sobre el territorio uruguayo.  A priori se cuenta con un buen potencial para el desarrollo de este tipo de proyectos. 

En el último año el desarrollo de esta tecnología ha sido muy importante, pasando de generar unos 4 GWh en el 2014 a 48,6 GWh en el 2015.

Los repagos que estos proyectos arrojan se encuentran entre los 6 y los 7 años, (aunque también debe tenerse en cuenta que la vida útil de los paneles es de alrededor de 20 años). El atractivo de la inversión está en realizarla en el marco de la Ley de inversiones, que ofrece un mecanismo para la deducción de impuestos en aquellos proyectos, que entre otras cosas, incorporen energías renovables. Realizando la inversión en el marco de esta ley, disminuye el período de repago, ubicándose en un promedio de 3 años (dependiendo de la tarifa contratada).

Existen dos formas en las que se pueden conectar los paneles fotovoltaicos para utilizar la energía que generan: Sistemas Off-Grid (aislados de la red) y On-Grid (o conectados a la red).

Por más información de estos tipos de sistemas acceda y descargue aquí al cuaderno 5 generado por el proyecto «Energías renovables en el tambo».

Los sistemas de generación eólica transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.

Sus principales beneficios provienen de la disponibilidad de energía: a diferencia de la radiación solar, que puede variar mucho año a año, el viento suele ser constante en su promedio anual, lo que da cierta seguridad en materia de suministro. Además, puede obtenerse energía tanto en el día como en la noche.

Existen básicamente dos grandes grupos de aerogeneradores, que se distinguen según si su eje es vertical u horizontal. Normalmente los de eje horizontal son de mayor capacidad y con mejores rendimientos. Mientras que los de eje vertical están asociados a la generación eólica urbana, ya que no necesitan posicionarse de frente al viento para poder generar energía.

Con respecto al recurso eólico en Uruguay, según el mapa eólico publicado en 2009 por el Ministerio de Industria Energía y Minería, la velocidad del viento se ubica cercana a los 8 m/s en las zonas costeras y 5,5m/s en el norte del país. De todas formas, el recurso eólico depende en gran medida de la topología del lugar, por lo tanto las características del viento en cada predio pueden ser muy diferentes.

La rentabilidad de este tipo de proyectos está muy ligada a las exoneraciones fiscales que pueden conseguirse asociando la instalación de energías renovables a un proyecto de inversión. El valor del kW eólico instalado ronda los USD 4.500 y los repagos simples se encuentran entre los 8 y los 10 años para instalaciones de baja potencia. Es importante mencionar que los aerogeneradores, al contener partes móviles, necesitan un mantenimiento periódico.

El biogás es un gas combustible que se genera en medios naturales o en dispositivos específicos, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, mediante la acción de microorganismos y otros factores, en ausencia de oxígeno (esto es, en un ambiente anaeróbico).

La producción de biogás por descomposición anaeróbica es un modo considerado útil para tratar residuos biodegradables, ya que produce un combustible valioso, además de generar un efluente que puede aplicarse como acondicionador de suelo o abono genérico.

El biogás generado en los biodigestores puede quemarse en un generador para producir energía eléctrica. El digestado (residuo del biodigestor) puede utilizarse como biofertilizante.

Este tipo de inversiones son más recomendables para los tambos estabulados. En el caso de tambos con sistemas pastoriles, los repagos son bastante mas largos. Este tipo de proyectos tampoco son rentables si solo se considera el beneficio energético, aunque un productor puede optar por este esquema como parte de un sistema de tratamiento de efluentes. Sin embargo, desde el proyecto se considera que esta opción aún no es viable.

En conclusión, existe un potencial interesante para la incorporación de energías no tradicionales en los tambos, particularmente mediante el uso de la energía solar, tanto térmica, como fotovoltaica.

Por más información de energías renovables descargue aquí al cuaderno 5 generado por el proyecto «Energías renovables en el tambo».

También acceda a:

Energía solar de la DNE

Energia Eólica  de la DNE

Sitio de la COMAP (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones)

Volver