Instalación Eléctrica
El buen diseño y adecuado mantenimiento de la instalación eléctrica es una condición básica de partida, dado que es un requisito para trabajar con continuidad, comodidad y seguridad en el establecimiento. Por otra parte, puede evitar pérdidas eléctricas innecesarias.

Es común que no exista un tablero eléctrico central en el tambo. Cuando existen, muy frecuentemente están en muy precarias condiciones. La foto muestra una situación bastante típica.

Se observa una serie de fusibles (en lugar de llaves térmicas), conexiones vivas sin protección alguna y al lado de ellas un conjunto de interruptores de uso doméstico. Se han realizado instalaciones auxiliares, que se “cuelgan” del tablero. También se han agregado tomas adicionales. Todo esto es un foco de riesgos para las personas poco admisible en cualquier lugar donde trabajan personas, mucho menos cuando se trabaja en condiciones ambientales que facilitan el choque eléctrico (humedad).

Tener una instalación prolija, que desde el punto de vista de la seguridad no tenga nada que envidiarle a la de la foto es una pequeña inversión que puede evitar grandes males. Tanto desde el punto de vista humano como económico empresarial, un accidente eléctrico puede arruinar un proyecto en el que se ha invertido parte de la vida y muchísimos recursos.

La instalación debe contener al menos 1 tablero que centralice la llave diferencial junto con las térmicas, además debe tener 1 borne para conectar el cable de tierra. El hecho de tener una correcta instalación es un factor determinante a la hora de preservar la integridad de las personas, animales o el mismo equipamiento, a la vez de permitir localizar fallas rápidamente.

Es un dispositivo electromecánico que se coloca en las instalaciones eléctricas con el fin de proteger a las personas de las derivaciones causadas por faltas de aislamiento entre los conductores activos y tierra o masa de los aparatos.

Cuando la instalación y los equipos conectados a la llave no tienen fugas la llave diferencial permanece cerrada. Si en cambio hay alguna fuga de corriente (por ejemplo, porque un conductor está mal aislado y descarga a tierra), la llave “salta”. En particular, si una persona toca accidentalmente un cable, y no está bien aislado de tierra (por ejemplo, alpargatas húmedas) entonces circulará una corriente a través de esa persona, hacia tierra. Si existe llave diferencial, “salta” inmediatamente, evitando un accidente que puede ser fatal.

En muchas oportunidades sucede que la llave “salta” porque existen fugas en la instalación. A veces, para salir del paso, se toma el atajo de eliminar o puentear la llave diferencial, para lograr la continuidad del servicio. Esta “solución” suprime una medida de seguridad que puede salvar vidas, además de encubrir fugas de corriente que representan un consumo inútil de energía.

Tener una instalación eléctrica sin llave diferencial es como circular en moto a alta velocidad y sin casco.

Otro componente esencial para la seguridad de la instalación eléctrica es la puesta a tierra.

La idea es que si, por ejemplo, la carcasa del tanque de frío queda con tensión (es decir, accidentalmente queda conectada con un polo vivo de la instalación), la descarga se produzca a través del cable a tierra y no del cuerpo de una persona que toque el tanque. Lo que hay que tener presente es que la corriente elige siempre el camino con menor resistencia: si hay un camino de metal entre el tanque y la tierra, entonces la corriente fluirá por allí (por tratarse de un buen conductor) y no a través del cuerpo de una persona que toque el tanque. Por otra parte, si además existe una llave diferencial, esta saltará inmediatamente que se produzca la falla a tierra.
La parte superior de la figura muestra lo que sucede cuando el tanque está correctamente conectado a tierra y por alguna razón «queda con tensión»: la corriente fluye hacia tierra y no a través de la persona que lo toque (porque la corriente «busca» el camino de menor resistencia. En la imagen inferior, no existiendo la conexión a tierra, la corriente circulará a través del cuerpo de la persona, pudiendo causar la muerte.

El conductor de puesta a tierra debe conectarse a todas las masas de la instalación, como son las carcasas de los motores, bombas, caños de agua y gas, pero fundamentalmente deben tener una conexión a tierra los tanques de frío.

La utilidad de la puesta a tierra depende directamente de su resistencia eléctrica, es decir, si la puesta a tierra no tiene una baja resistencia , entonces la misma no cumple bien su rol de protección. La mencionada resistencia depende de las características del electrodo (el elemento metálico que se entierra) que se utilice y de la naturaleza del terreno donde éste se entierra. La figura muestra una jabalina para la puesta a tierra.

A tener en cuenta:
– Las jabalinas deberán tener como mínimo 14 mm de diámetro y 2 m de largo.
– El punto de puesta a tierra (lugar donde se conecta el electrodo con la instalación de tierra del lugar) se sitúa en general en una cámara, y la conexión debe ser atornillada.

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