Todo sistema de gestión de efluentes de tambo (SGET) moderno debe lograr tres objetivos ambientales básicos:
Evitar el escurrimiento del líquido residual hacia los cursos de agua.
Evitar la infiltración de líquido residual hacia las napas subterráneas.
Retornar los micro y macronutrientes que contiene el efluente líquido y el estiércol a las chacras.
Los SGET modernos deben ser capaces de colectar y conducir todo el efluente generado en el tambo hacia unidades separadoras de sólidos y luego hacia una laguna de almacenamiento, con el fin de tener capacidad de amortiguamiento frente a fenómenos climáticos, aplicando el líquido al terreno cuando la condición hidrológica del suelo lo permita.
Varios estudios internacionales han demostrado que los efluentes de tambo contienen una cantidad de nutrientes esenciales para las plantas, que los convierten en una buena fuente de nutrientes para cultivos y pasturas, así como mejoradores de suelos por su alto contenido de materia orgánica.