La última etapa de un SGET es la distribución planificada y controlada del efluente a las chacras a través de un sistema de riego adecuado.
La clave para una buena distribución de efluente líquido en el campo es entender el déficit hídrico del suelo. Es imprescindible prevenir la acumulación de agua en superficie y su escorrentía y evitar la aplicación de efluentes a suelos saturados.
El déficit hídrico del suelo es la cantidad de agua (es decir, efluente) que se puede aplicar al suelo antes de alcanzar la capacidad de campo (que se refiere a la cantidad de agua contenida en el suelo después de que el exceso de agua se ha drenado). Si se añade el efluente a la capacidad de campo, probablemente resultará en encharcamiento, escorrentía o lixiviación.
La aplicación de efluente a terreno debe ser diseñada de tal forma que se asegure que el efluente llegue y quede retenido en la zona radicular de las plantas. De esta manera, se evitan efectos ambientales nocivos y se maximiza el reaprovechamiento de los nutrientes y materia orgánica que contiene el efluente. Para esto, es de suma importancia establecer tasas de aplicación correctas para cada tipo de suelo y diseñar el sistema para que se cumplan dichas tasas siempre.
Sin importar cuál sea el mecanismo seleccionado para distribuir el efluente en las chacras, deben cumplirse los siguientes aspectos:
- No aplicarlo lloviendo ni con suelo saturado
- Cuidar que no se produzca escurrimiento en suelos con alta pendiente
- Cuidar que no se produzca encharcamiento en suelos planos
- La Tasa de aplicación debe ser menor a la tasa de infiltración del suelo (utilizar tasas bajas en sue-los pesados)
- Seleccionar las chacras donde aplicar el efluente teniendo en cuenta las regulaciones (criterios de distancias)
- Dimensionar la cantidad de hectáreas necesarias donde distribuir el efluente a partir de un balance de nutrientes
Las chacras donde se aplicarán los efluentes deben tener concentraciones de fósforo Bray I en el suelo menores a 31 ppm y deben localizarse cumpliendo los siguientes criterios de distancias:
- Distancia mínima a cursos de agua: 50 m
- Distancia mínima a pozos de extracción de agua: 50 m
- Distancia mínima a predios linderos: 10 m
Consideraciones sanitarias prácticas para la aplicación:
- Aplique el efluente en pasturas cortas. Si es posible, pastoree el área 2-3 días antes de la aplicación.
- Evite pastorear dentro de los 10 días siguientes a la pulverización de los efluentes, para reducir los riesgos para la salud de los animales y maximizar la ingesta de pasto.
- Evite el pastoreo de categorías chicas o vacas recién paridas en el bloque de efluentes – esto ayudará a evitar problemas metabólicos.
- Evite o cubra los bebederos.